Tratamiento para el Dolor
Terapia no invasiva
Descubre la terapia tDCS: una solución innovadora para el dolor
La terapia transcraneal por corriente directa (tDCS) es un tratamiento no invasivo que ha demostrado ser efectivo en la reducción del dolor crónico, incluyendo condiciones difíciles como la fibromialgia.
Esta técnica utiliza una corriente eléctrica suave para estimular vías específicas del cerebro, ayudando a modificar los patrones de actividad neuronal que están relacionados con la percepción del dolor.
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¿Cómo funciona la tDCS?
La tDCS implica colocar electrodos en áreas específicas de la cabeza. La corriente emitida es baja, generalmente entre 1 y 2 miliamperios, y se aplica durante 20 a 30 minutos por sesión. Estas sesiones se puede realizar desde el domicilio del paciente, otorgándole una mayor independencia del centro, al no requerir visitas diarias.
La corriente aplicada estimula vías neuronales de forma específica, reduciendo el dolor que siente, lo que repercute en muchas otras áreas como el sueño, la memoria o el estado de ánimo.
La mayoría de los pacientes experimenta una mejora significativa con un tratamiento regular, sin efectos secundarios graves.
Resultados contrastados
El tratamiento con tDCS cuenta con amplia evidencia científica.
Mayor bienestar
Menos efectos secundarios que los tratamientos farmacológicos.
Indolora
Los pacientes pueden sentir hormigueo o cosquilleo, ya que es una técnica que no causa molestias.
Efectos duraderos
Los resultados permanecen mucho tiempo después del tratamiento.
Beneficios de la tDCS
Fibromialgia – Dolor Crónico
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Más información
01. ¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento consiste en usar un gorro que aplica corrientes de baja intensidad en la cabeza, durante sesiones diarias durante 4 semanas.
02. ¿Qué efectos secundarios tiene?
La tDCS tiene pocos efectos secundarios y se dan en la minoría de casos, además de ser transitorios sucediendo solo durante la sesión.
03. ¿Existe alguna contraindicación?
Existen pocas razones por las que no aplicar la tDCS, por ejemplo en el caso de personas con objetos metálicos alojados en la cabeza (como placas, grapas o metralla), así como pacientes con implantes electrónicos (como marcapasos, desfibriladores o estimuladores cerebrales. Adicionalmente, se debe tener cuidado con la piel dañada, quemaduras o cicatrices en la zona de aplicación.