La respiración en Pilates es fundamental para garantizar una práctica correcta y efectiva. Esta semana os hablamos del diafragma, el principal músculo implicado en la inspiración activa de la mano de Andrea Gómez García, fisioterapeuta de la Clínica Ionclinics y experta en Pilates Terapéutico.
“Respirar es el primer y último acto de la vida por lo tanto debe ser amplia, lenta y eficaz“
(Joseph Pilates, 1945)
El diafragma es el principal músculo involucrado en la inspiración activa. Este es una lámina fibrosa en forma de cúpula que separa la cavidad abdominal de la torácica que se divide en dos porciones:
– Una porción vertical que se une a la columna lumbar.
– Una porción horizontal, llamadas cúpulas (derecha e izquierda) que se ubican hacia la caja torácica.
El diafragma está compuesto por fibras que se insertan en el límite inferior del tórax y convergen en el centro frénico. Sus fibras musculares se pueden distribuir en tres porciones: esternal, costal y lumbar.
Respiración en Pilates y el papel del diafragma
La especial disposición del diafragma proporciona un enlace que transmite fuerzas de forma eficiente a través de todo el cuerpo. El par de fuerzas de sinergia existente entre el suelo pélvico, la región abdominal y la región torácica, posibilita una conexión que es un componente esencial a la hora de realizar ejercicios como Pilates.
Junto con su función en el sistema respiratorio, también desempeña un papel muy importante en la estabilización de la columna vertebral durante el equilibrio y durante el soporte de cargas; siendo clave en el control de la presión intra-abdominal.
La inspiración facilita en general la articulación de la columna vertebral hacia la extensión, mientras que la espiración facilita la articulación de la columna vertebral hacia la flexión.
Andrea Gómez
Durante la inhalación, las costillas realizan un movimiento hacia fuera y hacia arriba, al mismo tiempo que la columna vertebral tiende a la extensión, logrando con ello llenar los pulmones de oxígeno al máximo, es en la inspiración, el momento que me permite articular la columna dorsal hacia la extensión.
La exhalación, por su parte, facilita la contracción de los músculos abdominales. Al exhalar, el diafragma se eleva generando así una contracción de los músculos abdominales hacia dentro, lo cual genera la estabilización de la columna lumbar.
La acción antagónico sinérgica es indispensable para la eficacia del diafragma. Los músculos abdominales se contraen mientras que el diafragma se relaja en la espiración.
La espiración durante el movimiento de flexión del tronco, permitirá lograr una mayor estabilidad lumbo-pélvica, ya que permitirá activar el transverso abdominal aumentando la misma.
Por tanto, durante una clase de Pilates la respiración forma parte desde el inicio hasta el fin. Durante el comienzo es imprescindible una respiración pausada y consciente, que nos ayude a empezar a concentrarnos, para durante el núcleo de la clase, realizar los ejercicios con control, desde nuestro “power house”, ya que una respiración coordinada con nuestro movimiento ayuda a optimizar la función muscular.
Referencias:
- Hodges PW, Gandevia SC. Changes in intra-abdominal pressure during postural and respiratory activation of the human diaphragm. J Appl Physiol Bethesda Md 1985. septiembre de 2000;89(3):967-76.
- Kapandji A. Fisiología articular. Tomo 3. 6th ed. Madrid: Médica Panamericana; 2008.
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